La entrada en vigor de las reformas a la Ley de Residuos Sólidos en la CDMX prohíbe la comercialización, distribución y entrega de plásticos de un solo uso a los consumidores; sin embargo, en algunos establecimientos del Centro Histórico se burlan de la restricción y ofrecen la colocación de un sello compostable falso en las bolsas, para simular que son ecológicas cuando no lo son. Según el ecologista Jesús Sesma Suárez, líder del Partido Verde en la capital del país, específicamente en Santo Domingo, algunos locatarios brindan el servicio de falsificación de bolsas plásticas a comerciantes, al colocarles sellos con las leyendas “100 por ciento biodegradable” o “100 por ciento reciclable”, con lo que incumplen las estipulaciones emitidas por la Sedema, que lleva Marina Robles.

Recientemente, la dependencia publicó el Proyecto de Norma Ambiental para la CDMX PROY-NACDMX-010-AMBT-2019,  especificaciones técnicas que deben cumplir las bolsas y productos plásticos de un solo uso compostables o reutilizables, el cual fue sometido a consulta pública a principios de enero, y una vez aprobado, tiene un plazo de 180 días para su aplicación. La falsificación de los sellos ha afectado a distintos negocios, así como a productores y a algunas empresas que se han registrado para acreditar que sus productos en efecto son ecológicos. El Estado de México, Jalisco, seguido de la Ciudad de México son los principales proveedores y distribuidores de esos insumos. Ante ello, los Industriales de Bolsas Plásticas de México (Inboplast), que dirige Álvaro Hernández de la Cerda, trabaja para producir bolsas y películas plásticas, que se alineen con los requerimientos que exigen las autoridades.

SECTOR SÍ CUMPLE

Los que caminan viento en popa son los organismos empresariales agrupados por la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), de Aldimir Torres, y los Industriales de Bolsas Plásticas (Inboplast), de Álvaro Hernández, que en conjunto con el CCE, ANIQ, CONMEXICO, ANPRAC, ANTAD, ASCOCA, CANIPEC, CANACINTRA, CONCAMIN, ECOCE y RUBOPLAST, reportan al Senado, que preside Eduardo Ramírez, los primeros resultados sobre el Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico. Entre éstos, se implementan ya acciones como la reducción y el reciclaje, en donde nuestro país recicla 56 por ciento del PET y es el cuarto lugar a nivel mundial, por debajo de Suecia, Alemania y la Unión Europea. Asimismo, al día de hoy, 71 por ciento de los envases y empaques son reutilizables, reciclables, compostables o aprovechables; y se ha eliminado 100 por ciento el uso de microplásticos, que son añadidos intencionalmente para exfoliar, pulir o limpiar. Esto sólo es una parte de que el sector sí cumple su compromiso.

Este martes en Baja California, Ricardo Ortiz Conde, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), e Ives Gómez Salas, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, presentarán las acciones del Proyecto Manejo Ambientalmente Adecuado de Residuos con Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), el cual junto con el gobierno estatal busca soluciones a la creciente generación de basura electrónica.

Al año, en el país se producen 460 mil toneladas de residuos electrónicos; Baja California ocupa el tercer lugar, con 58 mil toneladas, detrás de Jalisco, 82 mil, y la Ciudad de México, 117 mil.

Estas cantidades pueden crecer 17 por ciento para 2025 por el home office y la educación a distancia, que por COVID-19 han aumentado la venta de televisores, computadoras y teléfonos móviles.